Kokoro

Calle Don Ramón de la Cruz, 72. Madrid.

 

 Decir que conocimos este restaurante por casualidad es quedarse corto. Estábamos de vinos en el Buendi (sí, ya haremos reportaje a fondo) y al lado nuestro una pareja asiática con la que empezamos conversación. Resulta que eran unos japoneses, por cierto, muy simpáticos afincados aquí en Madrid. Por tanto tenía que llegar la pregunta de: ¿dónde podemos comer en Madrid buen sushi? El restaurante Kokoro fue su respuesta. Así que sin más dilación llegamos hace una semana al barrio de Salamanca donde se encuentra este japonés. Cocineros japoneses, nada de chinos intentando serlo. Una decoración simple, acogedora, bonita y práctica. La atención del personal fue muy buena.

Intentamos salir de la rutina de pedirnos la tempura para comenzar. Nos decidimos por Maguro teppan-yaki, o lo que es lo mismo, atún a la plancha. Nunca he sido muy amiga del atún por la sensación de tener que beberme un litro de agua para apaliar la sed. Sin embargo, este atún era espectacular. Muy sabroso, se deshacía en la boca. Iba acompañado de una salsa de soja espesa con un toque dulce acompañado de tomate cherry y una gran lámina de hoja de lechuga. La pena fue que nos faltó una hogaza de pan para mojar. Pero no era plan. Al fin y al cabo estábamos en un japonés. Así que dignamente nos comimos la hoja de lechuga que yo creo que era más decorativo que otra cosa.

En lo siguiente sí fuimos rutinarios. ¡Sushi para todos! He de decir que normalmente ignoro al pez mantequilla porque nunca me ha gustado especialmente. Está claro que el del Kokoro es diferente pues estaba buenísimo así como el resto de los pescados. El arroz muy bueno y nigiris excelentes. Después de este manjar pedimos Yakisoba, tallarines salteados con verdura y huevo frito. Recomendables.

 Pero no solo el Kokoro puede presumir de uno de los mejores restaurantes japoneses de Madrid sino que además la carta de vinos acompaña teniendo buena variedad para lo que estamos acostumbrados en este tipo de establecimientos. Recomiendo Martivilli, un rueda que dio mucho sabor a nuestra cena.

 Tres comensales: botella de vino y tres platos a compartir, 26€/persona. No olvidéis reservar porque el fin de semana está llenito.

Dōmo arigatō, Kokoro!